EPIDEMIOLOGÍA DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN EL PERÚ
Es reconocido universalmente que la hipertensión arterial es la enfermedad cardiovascular más prevalente, y que es el más poderoso contribuyente a la morbilidad y mortalidad cardiovasculares.
Sin embargo, la medición de la presión arterial de manera conveniente en la práctica médica sólo fue posible después de que Riva-Rocci en 18961 pusiera en uso una versión primordial del moderno esfigmomanómetro, que Von Recklinghausen en 19012 ensanchara el manguito a sus dimensiones actuales (12.5 cm), y que Korotkoff en 19053 describiera los ruidos que se escuchan sobre la arteria braquial al disminuir la presión en el esfigmomanómetro. Sólo por ello es que se puede decir que la hipertensión es una enfermedad del siglo XX.
ANTECEDENTES
El primer estudio realmente cuidadoso de factores epidemiológicos en hipertensión fue el de Weitz en 1923.
Bell y Clawson en 1928 demostraron los efectos adversos de la hipertensión sobre el corazón, cerebro y riñón. Keith, Wagener y Barker en 19396 publicaron sus hallazgos de una década de trabajo, clasificando los cambios retinianos producidos por la hipertensión en relación con el pronóstico. Los estudios actuariales de las compañías de seguros de vida, especialmente los estudios mayores de 1939 y 1959, mostraron el significado de ligeros aumentos en presión sistólica o diastólica, especialmente en gente joven7.
Muchos más estudios (entre ellos el Framingham Heart Study que ha cumplido cuatro décadas) en los pasados cincuenta años han contribuido de manera importante al reconocimiento de la importancia de esta enfermedad.Aunque ya podía ser fácilmente identificada en la práctica clínica con el empleo del esfigmomanómetro, la hipertensión permaneció por casi medio siglo como una enfermedad incurable conduciendo invariablemente al accidente vascular cerebral, al ataque cardiaco, la insuficiencia cardiaca congestiva y la insuficiencia renal.
DEFINICIÓN DE HIPERTENSIÓN
Aunque se va a cumplir un siglo desde que se pudo comenzar a determinar la presión arterial en la práctica médica, todavía no se puede precisar el nivel en que ella cambia de normal a anormal. Pickering, para quien a más alta la presión, peor el pronóstico, por muchos años rechazó que hubiese esa línea divisoria8. Para Rose, la definición operacional de hipertensión estaba en el nivel en el que los beneficios de la intervención exceden a aquellos de la inacción9. Pero, como los médicos se sienten más seguros cuando manejan criterios precisos, aún cuando sean arbitrarios en esencia, se ha establecido, y es el más difundido, el límite que define la hipertensión en igual o mayor que 140/90 mmHg o estar tomando agentes antihipertensivos10,11,12.
MAGNITUD DEL PROBLEMA
La prevalencia de la hipertensión arterial continúa siendo muy elevada. Se considera que en los países desarrollados del mundo existe una prevalencia superior al 25% de su población adulta. Para los Estados Unidos de Norte América ella llegó a ser de alrededor del 30% de su población adulta en los años 1976-1980; siendo de resaltarse que esta población hipertensa llegó a tener una tendencia a disminuir, a partir de esos años hasta los años 1988-199110,11,12,13; sin embargo esta dramática mejoría ha mostrado enlentecimiento y detención en los años posteriores12.
Entre nosotros, diversos investigadores han aportado sus esfuerzos para el conocimiento de la situación de la hipertensión arterial en nuestro país. Una forma de expresarles el reconocimiento que su contribución merece es mencionarlos(Tabla I), aunque lamentamos sinceramente las omisiones que seguramente pueden existir por la dificultad para ubicar publicaciones (sobre todo no recientes) en nuestro medio. La prevalencia encontrada a nivel del mar, en diferentes épocas y con diferentes criterios y metodología fue prácticamente siempre similar a la reportada en ese momento para la población blanca de los Estados Unidos de Norte América o de otros países desarrollados, y que podemos estimar en 17 a 25%.
Entre nosotros, diversos investigadores han aportado sus esfuerzos para el conocimiento de la situación de la hipertensión arterial en nuestro país. Una forma de expresarles el reconocimiento que su contribución merece es mencionarlos(Tabla I), aunque lamentamos sinceramente las omisiones que seguramente pueden existir por la dificultad para ubicar publicaciones (sobre todo no recientes) en nuestro medio. La prevalencia encontrada a nivel del mar, en diferentes épocas y con diferentes criterios y metodología fue prácticamente siempre similar a la reportada en ese momento para la población blanca de los Estados Unidos de Norte América o de otros países desarrollados, y que podemos estimar en 17 a 25%.
TABLA 1. HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN EL PERÚ ESTUDIOS EPIDEMIOLÓGICOS NACIONALES PUBLICADOS | |
TORRES H, 1937 ALFARO R, 1951 COLL G, 1958 CASTAÑEDA L, 1968 MARTICORENA E y COL, 1968 RAEZ E, 1968 RUIZ L y COL, 1969 MORALES G, 1971 RIVERA G, 1972 RUIZ L, 1973 LORENA B, 1975 TRILLO C y COL, 1975 MISPIRETA A y COL, 1975 GARCÍA N, 1976 MARTÍNEZ A y COL, 1979 | MISPIRETA A. y COL, 1980 ZULETA E.y COL, 1983 ACOSTA F D, 1987 MISPIRETA J, y COL, 1987 LINARES J A y COL, 1989 RAZZETO L C y COL, 1989 ARRIAGA J y COL, 1991 PALAS CA y COL, 1993 HOYOS C y COL, 1993 FRENCH C y COL, 1993 OPORTO GP y COL, 1993 RAZZETO LC y COL, 1994 CASTILLO P y COL, 1995 ROJAS A y COL, 1996 DÍAZ A y COL, 1996 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario